Nueces y canela

Prusia, 1816

La Navidad es motivo de felicidad para todos los jóvenes menos para Katya. El único regalo que ella querría en Nochebuena es ver a su madre una vez más; fingir que aquella enfermedad no se la había llevado años atrás. Por eso, cuando su tío Drosselmeyer le regala un muñeco de madera asegurando que le permitirá acercarse a ella, se lo toma como una broma de mal gusto. No obstante, a Drosselmeyer no lo apodan “el mago” por nada… Si no, ¿cómo podría escuchar la voz del cascanueces en su cabeza? ¿Cómo podría ver a todos esos fantasmas?

Katya sabe que no debería poder contemplar ese mundo extraño que huele a nueces y canela. Pero está dispuesta a abrazar de nuevo a su madre, y las difusas sombras que pueblan esa invisible realidad amenazan con llevársela para siempre con ellos.

En una casa donde reinan la frustración, el trauma y la desesperanza, se dará cuenta de la influencia que tiene el pasado sobre el presente. Mientras intenta reparar sus ya tensos lazos familiares, el soldado Hugo Köthen la hará preguntarse si es merecedora de sentir amor… y si este realmente lo puede todo.